El parque natural de Jiuzhaigou, con una superficie de 620 kilómetros cuadrados, se ubica en la perfectura autónoma de las étnias tibetana y Qiang de Aba, de la provincia suroccidental china de Sichuan, a más de 400 kilómetros de Chengdu, capital de la provincia. El nombre chino de "Jiuzhaigou" tiene su origen en los nueve pueblos tibetanos dispersados a lo largo de 60 kilómetros en la zona montañosa.
Ninguna persona que haya viajado a Jiuzhaigou negará el atractivo extraordinario de su hermosura. Algunos hasta dicen que se trata de un paraíso puro, misterioso, silencioso, profundo y singular. Sus aguas, como el alma de este paraíso, conforman el paisaje más conocido de Jiuzhaigou, y entre los chinos existe el refrán popular de que después de visitar Jiuzhaigou, no hace falta apreciar otros paisajes acuíferos del mundo. Jiuzhaigou integra lagos, fuentes, arroyos, playas y cascadas en un paisaje conjunto, vincula la tranquilidad y movimiento, la suavidad y fuerza en un dibujo.
En el parque existen 108 lagos de altiplanicie, de diferentes formas, con agua clara y transparente, consitituyendo el paisaje más impresionante de la región. Entre estos, el mayor tiene 7 kilómetros de largo y está localizado a 3000 metros de altura sobre el nivel del mar. El lago, descubierto en la década de los años 70, se rodea de montañas nevadas. Cuando hace buen tiempo, se pueden ver en el agua las imágenes reflejadas del cielo azul, las montañas blancas y hasta las hojas rojas que caen de los arces. Además, hay un tipo de lagos en Jiuzhaigou, llamados "lagos de cinco colores", cuyas aguas presentan múltiples colores, verde claro, azul, gris, amarillo y azul rosado, entre otros. Dichos colores se producen debido a la refracción de los rayos del sol en el agua y los depósitos de mineral, hojas y algas de diferentes colores existentes en el lecho del lago.
Jiuzhaigou también cuenta con muchos arroyos atractivos y cascadas maravillosas. La cascada Nuorilong, de más de 100 metros de ancho y 30 metros de alto, presenta un paisaje fabuloso. Las aguas salen de las grietas de los sauces que crecen en lo alto del precipicio, como peine que traspasa una cabellera blanca. Aparte de las aguas, Jiuzhaigou abarca 20,000 hectáreas de bosques en las montañas a una altura de entre 2,000 y 4,000 metros, en el que viven muchos animales raros, como el oso de panda, mono dorado y cisne, entre otros. Tanta maravilla permitió a Jiuzhaigou obtener el título de Patrimonio Natural Mundial, concedido por la UNESCO el 14 del diciembre de 1992. Pero, la hermosura del parque no puede describirse completamente con palabras. Así que parece obligatorio visitarlo para poder disfrutar de este verdadero reino de pureza y misterio
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